A la hora de adquirir una vivienda, es probable que nos surjan bastantes dudas. ¿Playa o montaña? ¿Sur o norte? ¿Exterior o interior? Son cuestiones que podremos resolver según nuestros gustos, pero en esta ocasión te hablaremos de otra cuestión algo más compleja: elegir entre un piso y un apartamento. ¿Cuáles son sus ventajas y sus inconvenientes? Descubre más sobre esta cuestión en Housell.
Lo primero que debes saber es que un piso y un apartamento no son exactamente lo mismo. A ver, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) define el piso como un “conjunto de habitaciones que constituyen vivienda independiente en una casa de varias alturas”, mientras que el apartamento se denomina como “piso pequeño para vivir”. Este matiz se aplica también en el uso coloquial. Mientras que nos imaginamos un piso como un lugar permanente en el que residimos, un apartamento es más un lugar vacacional o de fines de semana, normalmente situado en alguna de nuestras costas (también existen alojamientos en otros destinos, pero con menos frecuencia).
El diccionario Clave va en la misma línea y ubica el piso como un “conjunto de habitaciones que constituyen una vivienda independiente, dentro de un edificio de varias alturas”. En cambio, al apartamento lo asocia con “una vivienda de pequeñas dimensiones, que consta de una o dos habitaciones, con una cocina y un cuarto de baño pequeños, y que generalmente está situada en un edificio en el que hay otras similares”. Este matiz se aprecia perfectamente con el siguiente ejemplo: ¿te imaginas un apartamento de 300 metros cuadrados? Seguramente lo llamarías piso, ¿verdad?
Para tomar esta decisión deberemos mirar el factor de utilidad que queramos dar al inmueble:
Otra buena opción sería que lo usáramos como nuestro reducto de tranquilidad en períodos determinados (una jubilación, un año sabático, una pausa en nuestras vidas).
Por último, podríamos adquirir un apartamento con el fin de alquilarlo en los meses de temporada alta. Ya sabemos que el COVID-19 complica esa posibilidad, pero todos los males acaban pasando y la oportunidad puede darse al cabo del tiempo.
En el caso de un piso, las ventajas podrían ser su garantía de estabilidad, su mayor amplitud y su carácter permanente. Las desventajas pueden ir también por este lado, ya que normalmente supone la creación de unas ataduras económicas (hipoteca), superiores a las que puede generar una superficie.
Por otro lado, los apartamentos son ideales para las familias pequeñas o personas que vivan solas. En caso de haber más ocupantes, la cosa puede complicarse. Además, puede constituir una posibilidad para los compradores que quieran una segunda vivienda, además de su habitual.
Ahora que ya conoces las diferencias, ventajas e inconvenientes de los pisos y los apartamentos, entra en Housell y consulta nuestro blog para más temas relacionados con el mercado inmobiliario.